El debate sobre la importancia del género femenino en la sociedad

26.09.2018

Somos Señora o Señorita?

El debate del género femenino afecta a diferentes campos de la sociedad, aparte del laboral. En España hay casos en los que se usan palabras distintas, aun teniendo un mismo significado de base, según se haga referencia a hombres o a mujeres. Hay términos que al dirigirse al género femenino aportan una connotación negativa al significado, caso totalmente contrario cuando se usan al masculino. 

Seguidamente se detallan algunos ejemplos en los que se encuentra esta desigualdad: 'señora' y 'señorita', un término que es común en la mayoría de lenguas europeas. Tal y como sucede en otros idiomas con miss, signorina o mademoiselle, a veces la palabra 'señorita' se usa en la lengua hablada para indicar que una mujer no está casada. En alemán, sin embargo, la palabra Fräulein ya no se usa en la lengua cotidiana y en Francia la forma mademoiselle se abolió por ley en la reforma administrativa de 2012.

En cuanto a la forma masculina, no existe un ejemplo similar para los hombres, ya que en este sentido son super partes: también se les puede llamar oficialmente 'señores' antes del matrimonio. Ante este ejemplo se puede entender a qué quería referirse Simone de Beauvoir cuando decía "No se nace mujer, una llega a serlo".

Otro caso parecido es el término peyorativo 'solterona', el cual solo está presente en la versión femenina y señala la cualidad negativa de estar soltera, sobre todo si la mujer es mayor. No obstante, para los hombres encontramos el uso de 'soltero de oro' que indica claramente un estatus positivo: el hombre soltero, independientemente de la edad, está en la posición privilegiada de escoger la mujer que prefiere, mientras que las mujeres solteras son las solteronas que nadie ha escogido aún.

Siguiendo con la diferenciación de términos, esta vez en el ámbito laboral en otros idiomas, como el inglés y el sueco, donde no hay una distinción entre género masculino y femenino, se podría pensar que no existe el problema. Sin embargo, si se observan los ámbitos profesionales que históricamente han sido masculinos, como la política o la policía, aún emergen nombres de profesiones puramente masculinos, como chairman(presidente del consejo), businessman (hombre de negocios), manpower (mano de obra, lit. fuerza del hombre) o salesman (vendedor, lit. hombre de las ventas).

No obstante, cabe destacar que la sociedad anglosajona avanza con el tiempo y tiende cada vez más a usar términos neutros como salesperson (persona de las ventas) o el equivalente police officer (oficial de policía) en vez de policeman (lit. hombre policía) o policewoman (lit. mujer policía). El sueco, en cambio, sorprende porque por algunos oficios que provienen de ámbitos que antiguamente fueron femeninos, como es el caso de sjuksköterska (enfermera, "-erska" es uno de los sufijos históricos para formar el femenino), hoy en día la versión femenina se usa tanto para los hombres como para las mujeres.


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